jueves, 2 de enero de 2020

EL PAÍS DE TE DESCALIFICO, ME DESCALIFICAN Y NADIE CREE EN NADIE



Vuelvo a la jornada; mis dedos hicieron un alto por razones, no médicas ni celestiales, sino por una decisión personal que un día conversaremos.
Para un periodista, con oficio por escribir o hablar, es duro mantenerse en un sabático sin fecha de expiración o un ayuno por no analizar lo que pasa ante sus ojos y si lo ignoras se convierten en sombras y fantasmas que te atribulan.

 Hay una frase del Quijote, de Miguel de Cervantes, que voy a citar casi al recuerdo :

Bendito, el hombre que puede llevarse el pedazo de pan
a su boca y sólo agradecerlo al cielo

En estos últimos 20 años, los panameños nos ha herido un virus o bacteria (no sé cuál es más letal) de descalificarnos en todos los aspectos de nuestra vida; esta descalificación aumenta cuando se trata del servicio público.
Hay mucho talento arrinconado y entre sombras que si, hoy, los convocan para formar parte del gobierno rezan dos Padre Nuestro, un Credo y 10 Ave María. Y ¿Por qué sucede esto?; hubo alguien o hubo muchos que nos introdujeron la idea que todos somos ladrones; pillos, que vamos a rebuscarnos y ver como no trabajamos para el resto de nuestra vida.
Puede haber un par de unidades que ven el Gobierno así, pero no es lo general; en las instituciones, como en las empresas privadas, como hay familias, profesionales del Periodismo o cualesquiera corriente u oficio, que tienen un comportamiento humanamente honrado y justo.


Las redes, mal manejadas, y ciertas (miren que no generalizo, porque me parece un pecado venial); figuras han decidido autodenominarse la defensa de la anticorrupción, la moralidad y un afán de embarrar a todo el que pueda. Una razón de esto es que muchos aman el Poder, pero pocos quieren luchar por él; prefieren actuar, como los animales nocturnos, en la oscuridad.

Mi solicitud es que cuando nos llega la descalificación la desechemos; si nos genera malicia analicemos todas las partes, su origen; quién lanza el dardo y no repetirlo, por los grupos de whatsaap. Con esto no abro la puerta para que neguemos y dejemos de cuestionar o descartar la denuncia; lo justo, reitero, verifique los datos y pregúntese ¿si fuera un familiar o usted mismo cómo actuaría?.
Lo único que algunos tenemos es nuestra reputación y si la hemos cuidado es cruel, por no decir infame, que por hacer taquilla nos unamos a la jauría de descalificación sin tener pruebas de lo que replicamos.

Conozco casos, de amigos cercanos, donde se les dijo de todo recientemente, por una mente retorcida (lamentable el injuriador es periodista, comunicador) y hay quienes dan por cierto todos los adjetivos que usó y detrás estaba…bueno, todos los sabemos, de quien hablo, que no supo tener la altivez de parar ese “yo” interno enfermo y tóxico de este personaje..

Cito igual un hecho que a todos nos debe poner a reflexionar el Presidente, al buscar un nuevo Procurador General, aceptó que le ofreció el cargo a varios profesionales y varios decidieron declinarle la petición. Con ello no digo que el nuevo Jefe del Ministerio Público no sea apropiado ni correcto; lo que me puso a pensar es la gente que no le sirve al país para evitar estar en el foco de quienes esperan un nombre para tirarle piedras sin medir si es cierto o falso lo que ponen en sus cuentas.


Lo que considero, ahora que iniciamos el 2020, tengamos calma, apostemos por la gente; hay jóvenes, adultos jóvenes, adultos contemporáneo y adultos mayores que han sido y son modelos a seguir; muchos de ellos no se atreven a dar ni Jota o aceptar nada; no lo hacen por tener algo que esconder; lo hacen para proteger su nombre, el apellido que llevan o su entorno familiar.

Esta frase de Mark Twain encierra mucho de lo que he querido expresar:

Una mentira puede recorrer medio mundo mientras la verdad se está poniendo los zapatos

La inversión que nos genera investigar

" La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.” Tácito  C reo en l...