domingo, 31 de marzo de 2019

LOS CUATRO PECADOS DEL PERIODISMO



Me debatía sobre escribir sobre el proceso electoral panameño, uno de los más complejos, tras la llegada de la democracia, hace 30 años, o el interés celoso de los diputados, en la última por remendar la Ley Antitabaco con el objetivo de darle un aire a un negocio al que se le puso freno ante la cantidad de personas fallecidas como consecuencia de su alto consumo, en un tiempo.
Pero, de pronto pongo el televisor y me encuentro con Salvados, un programa periodístico de Antena 3, y el personaje que concedía la entrevista era el Papa Francisco.
No hay duda alguna que Francisco, como muchos le llaman, es un personaje inteligente, al que
cualquiera periodista desearía tener frente a frente y de pronto dijo algo que me dio el motivo para escribir sobre todo, porque estoy convencido que mi profesión está en una encrucijada por los motivos que muchos conocemos.
En su lenguaje habitual el Papa le dice a Jordi Évole, el periodista de Salvados, ustedes los periodistas deben cuidarse de cuatro pecados y reflexiona y le aclara en realidad son cuatro cosas malas que hoy atribulan al Periodismo.
Al enumerarlas me digo a mismo estamos en sintonía Papa… la primera de ellas es la desinformaciónla calumnia, la difamación y la coprofilia, ésta última les digo es interesante, pero, las 3 primeras las conozco bien y coincido han alejado al Periodista del camino sensato.
Cuando el Papa Francisco menciona la desinformación resalta como uno de esos males y para mí lo pongo como pecado venial primero. Porque, como él lo menciona, cuando un periodista por interés propio o por sugerencia de un superior sólo brinda solo la cara de una noticia falta a un principio elemental de la información. Perdemos la credibilidad y, antes de la aparición de las redes, podíamos convertir en criminal a un inocente o hacer de un dictador un héroe. En los últimos años hemos sido bombardeados con noticias donde los malos están en una esquina y los buenos en otros; al final, nuestro trabajo es dar la noticia con todas las fuentes involucradas.
El segundo elemento es la calumnia y el Papa comenta lo peor es que existen medios que calumnian y me pregunto ¿más que un delito es un pecado humano?. Ejemplos, cuando leemos, escuchamos o transmiten que por pensar distinto te acusan de corrupto y un periodista está en el medio es infame.
La tercera constante es la Difamación y la censura del Pontífice es dolorosa al decir existe difamación cuando hago una historia de alguien que pago una deuda y se persiste en recordarla cada vez que podemos. ¿Qué derechos nos da hacer una historia de alguien que cayó, fue castigado y superó su error?.


¿Cuántas personas conocemos a las que le endilgan hechos que no cometieron, pero por conocer, trabajar o tener una amistad lo etiquetan como corrupto?; recuerdo a alguien, muy cercana a mí, que antes de presentarse ante la Fiscalía varios medios la habían juzgado y condenado. Luego de superar todos los obstáculos aún hay quienes festinan lo que no hubo.

El último de estos pecados es la Coprofilia, suena tan desagradable y tiene que ver cuando hacemos del Periodismo el amor por todo lo infame, lo sucio, se regocija por hallar escándalo donde incluso no existe; como dice el Papa hay quienes viven de hechos que no existen y no importa si no los hay los inventan.
Lo importante es no negar que existen estos 4 pecados, porque repito no son “cosas malas”, son esos errores que compartimos, desde los medios tradicionales hasta las redes, donde alguien sin meditar replica un vídeo o un mensaje donde se descalifica, porque eso es lo más fácil y los más imposible de remediar.
Así cuando te sientes frente a un ordenador, a un micrófono o te pares ante una cámara medita en estas cuatros constantes actúa como si fueras el protagonista de la historia y no el que la cuenta; al hacerlo te será más fácil hacer, como dice el Papa, lo correcto.

domingo, 24 de marzo de 2019

PERIODISTA Y POLITICA O PERIODISTA POLITIQUERO


Este escrito lo había iniciado la semana pasada y le puse pausa a la espera de que me surgiera algo distinto; sin embargo, me chocan todos los sentidos ver el coqueteo con que actúan algunos comunicadores con unas figuras, que, hoy, corren a puestos de elección popular; mientras a otros lo crucifican antes de abrir la boca; no con esto defiendo posición alguna.

Una y otra vez repito el mismo argumento, los periodistas si ejercemos nuestro trabajo debemos siempre interrogar; escudriñar, poner atención a cada palabra que dice nuestro entrevistado a fin de que los televidentes, lectores, radioyentes y ahora nuestros seguidores en redes puedan sacar, ellos y no nosotros, sus propias conclusiones.
La semana pasada conversaba con un compañero de trabajo, un psicólogo joven y activo en este devenir de la comunicación, y analizábamos ¿cuál es la esquina que le corresponde al periodista estar, sobre todo en estos momentos de agitación electoral?. No hay duda que la esquina es la neutral, esa donde se ven los toros desde la barreras; la butaca especial, no por ser privilegiados, sino, porque así se ven los movimientos de cada actor sin necesidad de contaminarnos. Ojo, con esta palabra, muy importante a a la hora de tomar decisiones sesudas.

Este pensamiento no es exclusivo mío; varios colegas coincidimos en preguntarnos ¿es correcto que los periodistas en ejercicio tomemos posiciones políticas?, y para saber más sobre este tema decidí investigar a través de la red y me encuentro con trabajos valiosos de periodistas del nivel de Javier Darío Restrepo, por ejemplo, y se los dejo para que los analicen. (fuentes abajo)
En tiempos de la posverdad, como lo dijera Ignacio Ramonet, en una conferencia dada en el mes de febrero de este año, urge más que los periodistas estemos claros cuál es nuestro rol en la sociedad.
Muchos, se preguntan ¿acaso los periodistas no son ciudadanos y no tienen los mismos derechos?; y la respuesta es sí, pero como dice el maestro Javier Darío Restrepo somos funcionarios que trabajamos para llevar la información con todas las verdades que se recopilen y  divulgarla. Le toca al gran público hacer sus apreciaciones y tomar cada uno la posición que así considere.

"El amo natural del periodista es el receptor de sus noticias y, a través de él, toda la sociedad” Javier Darío Restrepo
Entonces, ¿cómo llegamos a este punto? donde sin medirse algunos periodistas han puesto sobre el sartén el bien más valioso que tenemos: La Credibilidad; de seguro hay muchas teorías, teorías que van desde moda, sentirse sumos sacerdotes, elegidos por una fuerza divina, o la relajación dentro de una redacción donde se esfumaron los grandes maestros y todos actúan a su libre albedrío.
El otro elemento, que puede generar roña es el ingreso de figuras cuya elección no es el Periodismo, sino ganar espacios de poder para sus intereses y que todos los conocemos pero no nos atrevemos a señalarlo aunque ensombrezcan este trabajo digno.
Sólo hace unas semanas hubo un comentario que generó, en la red twitter, un hilo de comentarios y fue, si en uno de los “debates”, antes de siete candidatos presidenciales eran ocho y ese octavo surgió por los comentarios y cuasi exhibicionismo que buscó uno de los comunicadores a la hora de preguntar y opinar.
Los periodistas somos seres de carne y hueso; reímos, lloramos, tenemos buenos y malos hábitos; vivimos dentro de una sociedad con sus problemas complejos, pero, cuando optamos por ejercer esta profesión adquirimos un compromiso elemental: Informar los hechos que ocurren con todos los ángulos y como dijera una promoción de un canal internacional; lo debemos hacer sin involucrarnos y con la suficiente equidad de mantenernos lejos para no tomar posición y favorecer a éste o desfavorecer al otro.
Javier Darío Restrepo / Periodista Colombiano
Con esto no cuestionó a quienes han decidido meterse al ruedo político; están en su derecho, lo que no puede pasar es que a diferencia de los primeros que fueron valientes al tomar semejante decisión, reporteros, redactores, jefes y directores lo hagan a la sombra con una clara manipulación hacia su público.



Fuentes: 



lunes, 11 de marzo de 2019

LA EDUCACIÓN PANAMEÑA UNA DEUDA PENDIENTE





Hacia finales del mes de febrero falleció el escritor y periodista, Guillermo Sánchez Borbón (Tristán Solarte), un hombre para mí sencillo de lenguaje, pero, enorme como su obra y pensamiento mismo. Ustedes, dirán ¿por qué lo menciono?, cuando laboraba, en La Prensa, recuerdo, que Don Guillermo (como lo conocíamos) dijo “hasta debajo de un palo de mango, en Bocas del Toro, se puede enseñar y aprender”.
Tales palabras, quizás por el valor que para mí tiene la educación, nunca se borraron de mi memoria y las recuerdo hoy, más vivas.
Este lunes, 11 de marzo, inicia el año escolar 2019, y la película de los últimos 20 años se repite en espiral: Centros educativos en mal estado; se indica que un total de 80 planteles no podrán recibir a cerca de 9 mil y tantos niños y jóvenes; les quitamos ese despertar del primer día de clases; primer día de encuentros, de adaptación a un nuevo nivel y de descubrir hacia donde van los sueños de esos alumnos.
Como si esto no fuera suficiente, una vez más, la dirigencia de docentes insisten en arrancar parados por razones que ellos sólo comprenden; no hay nada más ilógico que escuchar a quienes imparten lecciones no brindar este servicio y sacrificar la oportunidad de miles de alumnos, los que de por sí corren a menor velocidad que sus similares de los colegios privados.
Igual, que el Canal de Panamá, un servicio público que nunca debe parar es la educación; no voy a detenerme en los resultados de las pruebas PISA o cualesquiera otra medición; para nadie es un secreto que estamos paralizados hace más de 60 años y que nuestras instituciones oficiales disminuyen en calidad educativa y seguimos en desventajas a las demandas de la sociedad actual.
En mi escrito anterior anoté que nuestra Educación se basa en una Ley #47  de 1946; si bien ha sido modificada, la base es la misma; lo que no corresponde a lo que los sistemas educativos modernos señalan. La pregunta que todos nos hacemos es ¿quién se atreve a derogarla e iniciar la construcción de una Ley Orgánica Educativa?  y que corresponda a este siglo y no con una visión de hace 73 años.
No soy un experto en materia educativa; lo que sí soy es el resultado de un sistema público y una base familiar que me ha permitido ser competitivo; hoy, esas bases familiares no son iguales y el sistema ha desmejorado tanto que nos hallamos en un rincón sin salida.
Al inicio, de este escrito, cité las palabras del Escritor Guillermo Sánchez de estudiar debajo de un palo de mango y es real; porque cuando se tienen ganas de echar para adelante no hay nada que te detenga. Lo otro, es cuando un educador tiene deseos de educar rebasa fronteras y lo logra.
Hoy, la tecnología no requiere de aulas y el reto para el docente es mayor, esos desfases no podemos permitirlos. La brecha entre un joven del sector público y privado es gigantesco y, como dijera Francisco Fernández Ordóñez (político y escritor español) allí inicia la base de la desigualdad social.
No sé ustedes, pero mi apuesta, este día es porque todos los candidatos a presidentes hagan un compromiso real y desvinculado de la política partidista por darnos a todos un Sistema Educativo Actualizado y donde no haya diferencia entres quienes estudian; porque todos merecemos las mismas oportunidades.
Estoy convencido que de iniciar este proceso de transformación, con presupuestos adecuados tanto para el sector primario, premedia, media y superior, en 10 o 15 años tendremos votantes que valoren el sufragio y cada vez van a exigir más, porque el sentido aspiracional está en todo tan sólo hay que despertarlo.

"La educación no es llenar un cubo, sino encender un fuego" / William Butler Yeats.




La inversión que nos genera investigar

" La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.” Tácito  C reo en l...