martes, 21 de abril de 2020

ECONOMÍA II: TIEMPO DE RETIRADA, REAGRUPARNOS Y VOLVER A EMPEZAR

Esto

es continuación de mi escrito, anterior titulado, Economía: Lo que viene después del COVID-19, porque luego del aletazo que tiene este patógeno por sí solo; el ingrediente económico en el mundo y nuestro país es tanto o más angustioso que el mismo impacto de este coronavirus. 

Para enmarcarlo, en el patio, el primer impacto (a todo previsible) fue el bajón en la recaudación de impuestos, en marzo; de acuerdo a una información de La Estrella de Panamá, del 4 de abril de este año, tuvo un registro del 42..8% por debajo. El objetivo planeado era recaudar  $719.9 millones; la realidad fue de $411.9 millones; eso da un faltante de $308 millones.


Vamos a alejarnos del tecnicismo e ir directo a los ojos u oídos de la persona de a pie y saber ¿cómo nos pueden afectar estos números?; mucho, porque pone en riesgo los grandes proyectos que se tenían planeados y que van en la generación de mano de obra; lo otro, en la ayuda a obras sociales de las personas más vulnerables e importante los ajustes que se habían planeado a profesionales y que deben ser evaluados, ante la crisis que afrontamos.

El primer semestre no creo sea muy halagador para el Estado en función de sus recaudaciones y obvio que se tendrán que hacer ajustes al Presupuesto planeado y el próximo año tendrá que ser moderado sin dejar de ser ambicioso en tema de recuperación económica.

El gobierno hasta ahora ha dicho que tienen un par de medidas y ha focalizado en arrancar con impulso el sector construcción, entre eso la continuidad de la línea 3 del Metro; sugiero meterle la mano a las Asociaciones Públicos Privadas para mancomunar esfuerzos.


Este lunes, 20 de abril, el gobierno nacional, anunció el cierre por 30 días más la salida y entrada de vuelos a nuestro principal Aeropuerto. Para una nación, con una posición geográfica, y que en los últimos años se nos ha llamado: El Hub de las Américas, estar parados otro mes no es alentador.

Este mismo día escuchaba al industrial Aldo Mangravita, en Radio Panamá, molesto porque el país está detenido económicamente y aunque comprendo su fondo; su forma no es la justa ni la más acertada.

Estoy de acuerdo, en una parte de su planteamiento, debemos iniciar exploraciones ¿qué ventanas comerciales abrir?; una puede ser las compras por internet; permitir que negocios que venden mercancías de hogar, electricidad y autos abran un par de horas; eso sí asegurando la protección de los colaboradores. Lo mismo, en la Industria; todo dentro de los protocolos de bioseguridad necesarios.


La desocupación que estaba por el orden del 4.5% de seguro va a subir con esta crisis sanitaria y económica. La Organización Internacional de Trabajo (OIT) habla de la posible pérdida de 25 millones de empleos; en uno de sus últimos informes establece que el recorte de horas hará desaparecer 6.7% de horas-colaborador, lo que se traduce en 195 millones de trabajadores de tiempo completo.


La gran interrogante que todos nos hacemos o al menos los que nos inquieta una explosión social es: ¿Cuándo bajamos la bandera para el regreso al trabajo?

La respuesta no es simple y no la es, porque un mal movimiento es si atacamos al enemigo de frente y descuidamos la retaguardia y los flancos derecho o izquierdo. Perdemos la batalla. Una mala decisión le puede costar al país no inversión de capital, sino vidas humanas que, en este momento, suman ciento y algo.


El sector primario parece tener uno de las respuestas, no la desechemos; la madre tierra nos bendijo muy bien y debemos aprovecharla; el Canal de Panamá debe convertirse ahora más que nunca en una respuesta aunque eso signifique bajar el peaje y el no cobro de uso de agua.

Esto es como el arte de la guerra si están cayendo hombres se toca la retirada y nos agrupamos, pero este agruparnos se traduce en sentarnos con todos y hacer un gran compromiso nacional para salir adelante. ¡Qué suena utópico!!!.. nunca antes los soñadores tuvieron su mejor momento.

jueves, 16 de abril de 2020

ECONOMÍA: LO QUE VIENE DESPUÉS DE COVID-19


He querido iniciar este escrito, con la posición de los principales Organismos Internacionales Financieros; la posición de Centro de Estudios Latinoamericano y la visión del Papa Francisco, esta desde un punto de vista humanista, sobre la otra cara del Coronavirus. 
Muchos han denominado esta etapa la PostPandemia, otros más afines al cine le han llamado El día después de mañana; el nombre da igual, lo real es que cuando se controle este patógeno vendrá la revisión de los caídos, los que suman más de 100 mil, y la otra parte será los daños colaterales donde la Economía es el plato principal.
A inicios del mes de marzo, recuerdo, varios economistas y estudiosos de estos temas macroeconómicos comparaban las secuelas del COVID-19 con la recesión del 2008 y 2009; pasado menos de un mes la incertidumbre nos ha llevado más lejos y si bien para unos es única; otros la ven similar a la Gran Depresión de 1930.

En un silogismo rápido, estamos ante 102 años de la última Pandemia: La Gripe Española y a 90 años del momento más desastroso de la Economía Mundial.
Lo confieso me inquietaba el panorama económico antes de la aparición de este patógeno, porque sentía falta de visión y cálculo de quienes jalan los hilos del Poder Económico.
Nuestros empresarios, tal vez, por ese Capitalismo Salvaje, del que habla el mismo Papa Francisco y hasta los más conservadores, no han medido hacia dónde empujar la carreta. Sólo ven el dinero por encima de la gente y cuando olvidamos eso podemos estar en la fabricación de un estallido social incontrolable.
Del otro lado de la soga, los Dirigentes Sindicales que sólo piensan en sus intereses sin medir que hasta ellos, en ese estallido social, pueden ser arrasados.
Hay que ver la Tecnología como aliada 
El desarrollo tecnológico había iniciado una Purga espontánea de un grupo de trabajadores que no tienen manera de insertarse en las nuevas formas de empleo. Un ejemplo claro es la construcción: ¿Qué va a pasar cuando ese hombre que mezcla o pega bloque no sea necesario para las nuevas tendencias de construcción?

Eso inquieta, porque tiene tres caminos si no los preparan: El primero, ser presa fácil del delito común, ser mano de obra del Crimen Organizado o  ser parte de los subsidios Estatales. En los dos primeros casos nos va a afectar todos por igual.
Con el COVID-19 esto ha echado adelante el carro del desarrollo en forma acelerada.
Nada...pero, nada volverá a ser como antes; si algunos empresarios creen que sus viejas prácticas van a continuar les tengo una mala noticia: Ni el mismisímo Henry Kissinger lo ve así; no hay nadie con algo de alma que no confiese que el MODELO ECONOMICO se agotó y la pregunta es ¿por qué se agotó?, eso es para otro escrito.
Muchos han acudido que si al New Deal (El nuevo trato) del Presidente Franklín Delano Roosevelt, para superar la Gran Depresión, 1930-1932, o, el Plan Marshall, más conocido como European Recovery Program; Plan de los Estados Unidos de América terminada la II Guerra Mundial, pueden tener la respuesta. 
Creo que es importante mirar la Historia, pero, estimo (sin ser un especialista, sólo un Periodista adicto a los temas económicos) que los momentos ni son los mismos y si bien fueron dos pruebas de fuego; los escenarios actuales son distintos y la realidad es que la desaceleración era un tema en discusión y mi pregunta inocente ¿a qué pared nos vamos a recostar?.

Entonces, los panameños ¿cómo haremos?; hay que consultar a los Expertos, esos que se atreven a hacer pronósticos sin deshumanizarse o sin esperar que los patronos le den la línea,
Mi sentido común me dice que Gobierno, Empresa Privada, Sindicatos, Gremios, miembros de Partidos Políticos deben sentarse en una mesa, incluso con cobertura abierta para que nadie tenga debajo de la manga su menú particular. Si eso no lo hacemos el rumbo puede ser incierto porque esto va por lo largo; de no hacerse así el costo que podemos pagar puede ser tan nefasto como el mismo Patógeno COVID-19.

lunes, 6 de abril de 2020

LOS NUEVOS HÁBITOS QUE NOS DEJARÁ EL COVID-19

Cambiar de hábitos es uno de los grandes retos que tenemos los seres humanos por delante; un hábito determinado se establece desde que nacemos o a lo largo de nuestras vidas, por repeticiones, con raciocinio o no; los podemos observar cuando conversamos o reaccionamos en forma diaria. Es la respuesta inmediata que tenemos todos, a manera de una plantilla establecida, ante el mínimo estímulo.
Siempre hay tiempo para nuevos aprendizajes
Entre los descubrimientos, hechos por la Ciencia, está que los ganglios basales, ubicados cercano al encéfalo y debajo de la corteza cerebral, son los responsables del aprendizaje y la desconexión de los hábitos.
Hace aproximadamente 8 años, cayó, a mis manos, gracias al aporte de un jefe, el libro El Poder de los Hábitos, Charles Duhigg, y completé algo que el instinto periodístico me decía: Nuestros Hábitos nos definen y si hacemos una exploración científica vamos a encontrar, en todos los continentes, personas con reacciones igualmente aprendidas aunque no se conozcan ni tengan vinculación sanguínea.
Hablo de los hábitos, porque con el Coronavirus (COVID-19), surgieron nuevos modelos para nuestra convivencia diaria y otros que seguirán, porque cambiar es lo único que prevalece.
En la historia de la humanidad hemos tenido desafíos que nos han obligado a variar nuestros hábitos, nada fácil. Ahora con la neurociencia podemos comprender mejor el comportamiento humano, lo difícil de cambiar nuestros hábitos y cómo podemos modificarlos cuando detrás tenemos una recompensa.
Durante la mal llamada Peste Negra, ocurrida en dos etapas entre el 1,347 y 1353, la gran enseñanza adquirida fue la aplicación de la Cuarentena, una medida que hoy sigue vigente; otro elemento agregado fue la máscara (antecesora de la mascarilla) con pico de pájaro (que hemos visto en muchas películas y se usa en Venecia hoy día); los médicos la utilizaban para no tener contacto con los pacientes; otro fenómeno que apareció tras terminar la Peste Negra fue la migración de los campesinos hacia las zonas desarrolladas; el salario mejoró y surgió la “clase media”, hoy sector medio.
Durante la Peste Negra apareció la cuarentena
Durante la Gripe Española (1918), ocurrida hace 102 años, igualmente se adquirieron nuevos hábitos. Tres fueron los más importantes y que han persistido: “1) La vigilancia continúa ante cualquier brote; 2) Las Campañas Públicas de Salud hacen la diferencia y 3) La demografía de la población es un punto a considerar”.
Luego, de todo esto llegamos al COVID-19 y son varias las lecciones que de seguro nos va a dejar; la cuarentena sigue como un punto importante para frenar el avance de cualesquiera virus; entre los hispanos, más los caribeños, entre los que nos sumamos los panameños; de seguro vamos a 
modificar nuestras muestras de cariño (confieso, en lo personal en ocasiones me es invasivo, soy mal latino); la forma de compras de seguro variará; en el campo educativo el reto es enorme para adaptar nuestro sistema público ante la nueva tecnología (hace años eso era una demanda)  hoy, es una necesidad; en la educación privada los padres aprenderán a exigir; la tecnología debe estar al servicio de las personas y no al revés; la relación de las familias se debe fortalecer; el modelo de trabajo se tendrá que replantear; mayor protección del medio ambiente y cada vez siento más que el modelo económico, a nivel mundial, se agotó y nos abriremos ante nuevos esquemas.
La paella se originó ante una necesidad
Si en la Segunda Guerra Mundial los ciudadanos de Estados Unidos de América aprendieron a comer vísceras para que la tropa, en el frente, estuviera mejor alimentada; la Paella surgió, entre los siglos XV y XVI, por una necesidad de comer los campesinos españoles algo rápido; sin duda, los Panameños vamos, tras la Pandemia del Coronavirus, a cambiar y adquirir nuevos hábitos; porque de eso se trata la vida: Renovarse ante la adversidad y se resilientes ante los nuevos tiempos,

miércoles, 1 de abril de 2020

LA CARRERA DE LA CIENCIA CONTRA EL COVID-19

Una vez se conoció la expansión, casi descontrolada, del Coronavirus (COVID-19), en el mes de Enero, en la China, la ciencia empezó a buscar respuesta para un virus del que desconocían muchos detalles (hoy, algunas dudas despejadas), pero que genera enfermos,  mútiples contagios y hasta la muerte.
Más de 300 experimentos hay en este momento contra el COVID-19
Los científicos chinos fueron los primeros en intentar crear medicamentos o combinaciones de fármacos conocidos para tratar de minimizar los daños a los pulmones y a otros sistemas que son afectados, en ocasiones, cuando el virus entra al organismo.
En el caso de China, la vacuna se va a experimentar en 108 personas, todas ellas de la ciudad de Wuham, epicentro donde nació el virus y que, hoy,  tiene cercado al mundo.
  En la ciudad de Wuham, China, inició la prueba
de la vacuna  para el COVID-19
Recordemos que este virus entra  a nuestro organismo por la boca o las fosas nasales y de allí va al recto por ello en algunos casos, de acuerdo a los trabajadores de salud y científicos, ocasiona diarrea y otros problemas paralelos.
La batalla por encontrar la vacuna que pueda darle una respuesta a esta pandemia se ha convertido en la gran lucha de la gente de ciencia (hombres y mujeres/ mujeres u hombres) para reducir este microorganismo que al mundo entero lo tiene aislado y de rodillas.
En Inglaterra, la Universidad de Oxford, una vez tuvo la luz verde, con el dinero, arrancó con el experimento de hallar sino la cura, el freno para la expansión de este enemigo invisible.
Hasta ahora se contabilizan más de 30 proyectos de investigación para encontrar la fórmula correcta; incluso por primera vez, algunos de estos experimentos se han iniciado en seres humanos antes que animales
Ya antes la humanidad ha estado entre la espada y la pared, cuando apareció la influenza H1N1, el brote de ébola, y otros virus; sin embargo, a meses de ponerse en prueba la vacuna para algunas de estas patologías la efectividad del virus había 
descendido y, en algunos casos, hasta desaparecido.
Nuestro país no se ha quedado atrás (Panamá) y hace escasas dos semanas 4 científicos del Instituto Gorgas (en honor William Crawford Gorgas), lograron aislar varias cepas del Coronavirus. Un paso gigantesco para identificar un camino para combartilo.
La otra parte, es que la ciencia intenta darle respuesta a una población que pide una respuesta, sin embargo, para ser francos, y que los no científicos pisemos la tierra, una vacuna contra el COVID19 no estará disponible al menos antes de 6 meses o más.
Lo siguiente es ver sobre el terreno la efectividad real de este remedio, en la población, que es muy probable esté aún en una lucha contra el COVID-19.
Por el momento, las grandes casas farmacéuticas tienen un gran pulseo por ser los primeros en contar con el fármaco o la vacuna para un virus que hasta este momento ha matado 46 mil personas y casi un millón son los contagiados. Hoy, en Estados Unidos, una científica, ha pronosticado moderamente se darán más de 200 mil muertos.

La inversión que nos genera investigar

" La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.” Tácito  C reo en l...