martes, 30 de abril de 2019

EL PORQUÉ SOMOS PERIODISTAS Y NO OTRA COSA


Comienzo un tanto anecdótico y crónico este escrito; solo soy un profesional más de este país y es probable que a nadie le importa mis razones, que son razones nacidas sin saberlo amarradas a mi pasado y presente.

Cuando terminé mis estudios en el Instituto Nacional mis pasos y habilidades me llevaban a buscar un rumbo fuera de Panamá para convertirme en arqueólogo. Hice todos los esfuerzos a mi corta edad para irme a México a hacer mi sueño, sin embargo, la vida me tenía reservada otra cosa.

Con buenas calificaciones y el aprecio del Cónsul mexicano de ese momento intenté emprender esta acción, pero la respuesta nunca llegó y uno propone y Dios dispone.

Para no perder mi tiempo tomé la decisión de iniciar mis estudios en la Universidad de Panamá y, por más empuje que tuve de mis docentes de Historia por mi pasión por esta materia, llegué a la Facultad de Comunicación y elegí ser Periodista.

Esta portada la escribí donde di mis primeros pasos
Mi padre (Q.E.P.D) deseaba que fuera abogado y me motivó mucho, pero él mismo había despertado esa curiosidad cuando era pequeño.

Cuando llegaba a mi hogar siempre tenía consigo no uno, sino dos y hasta tres diarios; me los ponía delante y me decía: “lea, pero no me los desordene”; a veces compraba revistas e igual me las convidaba.

Mis amigos se ríen cuando les cuento que para mi viejo antes de los comics estaba todo lo que fuera información, porque para él información era conocimiento; hoy, eso no se suma igual y me duele.

Es decir, me formé entre diarios, libros, programas radiales y noticieros del mismo medio; noticieros televisivos y me dije, con el tiempo, como no iba a elegir ser periodista si, hora a hora, año tras año, él (mi padre a quien amé y amo) me dio esas primeras lecciones sin saberlo.

Esto lo cuento, para decirles que al elegirme el Periodismo fue una decisión arraigada más allá de las aulas y, como me lo dijo mi primer jefe (Alfredo Wilfi Jimènez) esto no es relajo; no es agarrar una grabadora, escribir o tomar un micrófono sin medir la responsabilidad que hay con uno mismo, sino con las personas a las que nos dirigimos.


Muchos creen que ser Periodista puede ser cualesquiera, señores, los que piensan de esa manera se equivocan; los periodistas cumplimos cinco años de una educación superior; los que nos respetamos sabemos el compromiso de manejar correctamente nuestro idioma; la obligación que tenemos de vivir para aprender, de accionar a su máxima capacidad nuestro cerebro para analizar todo lo que recibimos por todos nuestros sentidos.
Un buen Periodista mira con ojos de Águila; escucha como un búho; olfatea lo incorrecto como sabueso; se mueve como el león y sobre todo tiene en su interior la sabiduría del Rey Salomón para saber que cuando se actúa hay miles de personas que nos miran a la espera de que hagamos lo correcto.

Toda esta reflexión, amigos, colegas, y personas que leen mis escritos en este blog, la hago porque los verdaderos Comunicadores estamos cansados de ver a abogados que por ser directores (nombrados por amiguismo) se apropian del derecho de decirse Periodista como si esta carrera fuera un limpión de cocina; otros que ejercen sin tener un título universitario; eso es una afrenta no a mí, a todos, y a nuestros padres que se sacrificaron en darnos una educación superior.

No son Periodistas quienes "coimean" o piden favores para ampliar sus salarios; no son Periodistas los que extorsionan; no son Periodistas quienes al ser demandados por traspasar fronteras gritan ¡SI TE CALLAN, ME CALLAN!, a ellos los desconocemos.

Nuestro Periodismo Panameño está en crisis, pero hago un pedido a todos: Antes de juzgarnos mal pregunte si el que está detrás de una cámara se capacitó para ello; estamos tan mal que si alguien se cuelga un carnet y se dedica a recolectar mentiras nadie lo denuncia, ni la ley lo persigue como ocurre con los médicos, abogados o arquitectos. Claro, la culpa es nuestra, porque el miedo a exigir respeto nos invade el bolsillo.

 solo te pido un favor compártelo hoy más que nunca, iniciemos el camino para adecentar nuestra profesión; como dice el Papa hagamos bulla para hacernos sentir.

domingo, 28 de abril de 2019

LOS PECADOS DE LOS PRESIDENTES


 El actual Presidente, Juan Carlos Varela, no sólo huele a exmandatario, todo lo que diga y haga desde hace semanas ha dejado de ser interés para un alto porcentaje de los panameños; esto en menos de 6 días se acelerará porque el 5 de mayo los electores habrán elegido a su sucesor y por más que intente taquillar, el 6 de mayo, Varela se quedará más solo que los muertos del poema de Gustavo Adolfo BÉcquer.

Todos nuestros expresidentes se despiden, con menos popularidad, que cuando llegaron al iniciar su mandato, algo bastante normal por el desgaste político. El caso del presidente Varela es particular al mostrar signos de desgastes desde el primer año (de acuerdo a un estudio del 2016 había perdido 10%)  y tal vez se despida con el nivel más bajo de aceptación de los cinco anteriores a él.
Mucha o poca popularidad, nuestros mandatarios, todos han sido seducidos por los mismos pecados; pecados que nacen de una gobierno de corte presidencialista y que los convierte en casi Emperadores sin corona. Durante la campaña prometen el cielo y la tierra; aseguran que evitarán los excesos; cuestionan ese papel casi de semidiós; pero, pero, una vez le colocan la banda presidencial caen en el mismo foso profundo de poder.

Primer Pecado: Amor desmedido al Poder

Una vez alguien me dijo dale poder  a cualesquiera y conoces el verdadero “yo” que tenía escondido. El poder a nuestros gobernantes, el actual no ha sido la excepción, los hace olvidar que fueron electos para “SERVIR” a sus gobernados en una acción de respeto.
Al sentarse se sienten omnipotente; asumen que fueron embestidos para gobernar como si no hubiese final; por ello nombran a familiares; utilizan la silla para afianzar sus negocios y el de sus amigos.
Antes de colocar personas para ejercer los cargos les ordenan como si fueran los colaboradores de sus negocios o residencias; por eso trascienden y se inmiscuyen en áreas como el Poder Judicial y Legislativo.
Todos antes de intentar co gobernar con la Asamblea Nacional Legislativa optan por “comprar” apoyos y eso nos tiene ante un Órgano Legislativo desprestigiado y en el que como dicen muchos de cerrarla “nadie derramaría una lágrima”.


Por ello, el poder mal manejo lleva a que se cometan actos de corrupción y si no lo hace el individuo mismo, lo comenten sus colaboradores que no temen decir frases como “cuando llegue X al Poder meteré preso a Y”.

Segundo Pecado: La Soberbia

Antes de llegar al Poder algo que muchos esconden es que su ego es mayor a su inteligencia. Soberbia que los lleva a tratar a quienes los cuestionan como si todos fueran enemigos y no como lo que son: adversarios y críticos que son equilibrio de la democracia.
Un ejemplo del actual fue darle la espalda a todo el que le reclamaba la paralización de la economía y así estuvo distanciado por casi 4 años de la empresa privada y por más petición decidió no reunirse y escuchar lo que pudieran aportar al desarrollo del país.

La soberbia los lleva a solo escuchar a los “manzanillos” que por casi cuatro años le dicen al oído, como si fuera mil, que la “está botando” y hasta los nombran en cargos cuya capacidad los rebasa.
Muchos se creen dueños de los destinos de las personas con las que laboran y llegan hasta preguntarle, como ocurrió al inicio del mandatario Varela, a un reportero de un medio oficial “¿dónde tu trabajas? y sabes que no puedes hacer esas preguntas”.

Tercer Pecado: la avaricia

La avaricia ha sido el colofón de los males de muchos de nuestros mandatarios que logran con o sin conocimiento a personas cercanas para hacer negocios con empresas nacionales o transnacionales, y para no caer en el error de muchos no voy a mencionar empresa alguna, porque todos sabemos que existen más de una en estos menesteres.
La avaricia hace que se coloquen fichas, como algunos la llaman, para que pasen por allí antes de que se liciten grandes obras y por ello terminado su mandato andan en yates, autos juveniles y hasta mansiones que su salario y bienes no pueden justificar.


Es por eso que este 5 de mayo todos debemos saber bien por quién vamos a votar y no sólo para el cargo de presidente, sino para todos los demás; porque si el mandatario no encuentra hoyos no tendrán por donde penetrar a quienes esperan ser comprados.

Si no te molesta compártelo y así apoyas una nueva forma de hacer periodismo.

La inversión que nos genera investigar

" La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.” Tácito  C reo en l...