Hacia finales del
mes de febrero falleció el escritor y periodista, Guillermo Sánchez Borbón (Tristán
Solarte), un hombre para mí sencillo de lenguaje, pero, enorme como su obra y
pensamiento mismo. Ustedes, dirán ¿por qué lo menciono?, cuando laboraba, en La
Prensa, recuerdo, que Don Guillermo (como lo conocíamos) dijo “hasta debajo de
un palo de mango, en Bocas del Toro, se puede enseñar y aprender”.
Tales palabras,
quizás por el valor que para mí tiene la educación, nunca se borraron de mi
memoria y las recuerdo hoy, más vivas.
Este lunes, 11 de
marzo, inicia el año escolar 2019, y la película de los últimos 20 años se
repite en espiral: Centros educativos en mal estado; se indica que un total de
80 planteles no podrán recibir a cerca de 9 mil y tantos niños y jóvenes; les
quitamos ese despertar del primer día de clases; primer día de encuentros, de
adaptación a un nuevo nivel y de descubrir hacia donde van los sueños de esos
alumnos.
Como si esto no
fuera suficiente, una vez más, la dirigencia de docentes insisten en arrancar
parados por razones que ellos sólo comprenden; no hay nada más ilógico que
escuchar a quienes imparten lecciones no brindar este servicio y sacrificar la
oportunidad de miles de alumnos, los que de por sí corren a menor velocidad que
sus similares de los colegios privados.
Igual, que el Canal
de Panamá, un servicio público que nunca debe parar es la educación; no voy a
detenerme en los resultados de las pruebas PISA o cualesquiera otra medición;
para nadie es un secreto que estamos paralizados hace más de 60 años y que
nuestras instituciones oficiales disminuyen en calidad educativa y seguimos en
desventajas a las demandas de la sociedad actual.
En mi escrito
anterior anoté que nuestra Educación se basa en una Ley #47 de 1946; si bien ha sido modificada, la base
es la misma; lo que no corresponde a lo que los sistemas educativos modernos
señalan. La pregunta que todos nos hacemos es ¿quién se atreve a derogarla e
iniciar la construcción de una Ley Orgánica Educativa? y que corresponda a este siglo y no con una
visión de hace 73 años.
No soy un experto en
materia educativa; lo que sí soy es el resultado de un sistema público y una
base familiar que me ha permitido ser competitivo; hoy, esas bases familiares
no son iguales y el sistema ha desmejorado tanto que nos hallamos en un rincón
sin salida.
Al inicio, de este
escrito, cité las palabras del Escritor Guillermo Sánchez de estudiar debajo de
un palo de mango y es real; porque cuando se tienen ganas de echar para
adelante no hay nada que te detenga. Lo otro, es cuando un educador tiene
deseos de educar rebasa fronteras y lo logra.
Hoy, la tecnología
no requiere de aulas y el reto para el docente es mayor, esos desfases no
podemos permitirlos. La brecha entre un joven del sector público y privado es
gigantesco y, como dijera Francisco Fernández Ordóñez (político y escritor
español) allí inicia la base de la desigualdad social.
No sé ustedes, pero
mi apuesta, este día es porque todos los candidatos a presidentes hagan un
compromiso real y desvinculado de la política partidista por darnos a todos un
Sistema Educativo Actualizado y donde no haya diferencia entres quienes
estudian; porque todos merecemos las mismas oportunidades.
Estoy convencido que
de iniciar este proceso de transformación, con presupuestos adecuados tanto para
el sector primario, premedia, media y superior, en 10 o 15 años tendremos
votantes que valoren el sufragio y cada vez van a exigir más, porque el sentido
aspiracional está en todo tan sólo hay que despertarlo.
"La educación no es llenar un cubo, sino encender un fuego" / William Butler Yeats.
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