PERIODISMO: UN RETO POR REENCONTRARNOS

"A veces algo necesita romperse para que algo nuevo pueda surgir" / Juan 12:24

El 2017 y 2018 no cabe la menor duda no han sido los mejores años para el Periodismo panameño, ni para los medios de comunicación; fue y será un tiempo difícil para esta profesión envuelta en una profunda evolución; lo lamentable es que las bajas de este negocio la han puesto las bases (reporteros, redactores; fotógrafos y camarógrafos), además de las personas que de una manera u otra están vinculadas a este oficio.

Salvo un par de medios, sobran dedos de una mano; entre el pasado y presente año, no han hecho reducción de personal y los que han quedado fuera no ven en los puntos cardinales espacio para reinsertarse.

La pregunta obligatoria ¿se pudo evitar?; puede ser; ¿es culpa de la contracción económica del país, en la que otros profesionales se mantienen en las estadísticas de los desocupados?; no estoy muy convencido; finalmente, ¿había manera de hacerlo distinto?; de seguro, pero la soga siempre revienta por el lado más delgado.

Voy a intentar responderme estas preguntas tal vez de manera desordenada, sin embargo, tienen un propósito para mí; resaltar las voces que clamaban, como Juan El Bautista, en el desierto, la necesidad de enfrentar los retos del siglo 21 y reinventar el Periodismo para la tempestad que hoy vive.

Hacia finales del año 2017, escuché al directivo de un gremio empresarial hablar de las deficiencias del actual gobierno en materia económica y la realidad (no percepción) de una economía entumecida que ha llevado a varias empresas tomar la decisión del despido; y dijo “usted lo saben, porque en varios medios de comunicación se han dado despidos”.

Esto tiene algo de verdad y también de desconocimiento; es cierto, que nuestra economía (pese a todos los indicadores no camina bien), sin embargo; con un buen o mal gobierno, los medios de comunicación más temprano que tarde tenían que hacer un giro de timón, como lo hace cualquier buen capitán.

Ese mismo empresario, recordó una anécdota del desaparecido, Alberto Motta Cardoze; cuenta que en medio de una crisis un ejecutivo le dijo a don Alberto, sobre la necesidad de reducir personal, y el empresario sabiamente le dijo: “empecemos por los ejecutivos que más ganan”. La lección de Don Alberto obligaba a los Gerentes o directivos dejar de miran hacia abajo y empezar a mirar a los lados para equilibrar el negocio.

Para tomar esta decisión del desaparecido Don Alberto Motta no debes tomar una maestría en Stanford o un postgado en el INCAE. Eso es la gerencia de este siglo; en tiempos de crisis todos deben poner parte de la carne en el asador.

Esa decisión hasta ahora no se tomado en los medios; porque los despidos se ha dado pensando en los de abajo; la mediocre medida de reducción se convierte en pases de facturas y no para quienes no dan la medida (porque así es como la medida debe tomarse).

¿Se justifica un salario de 20 mil; 15 mil o varios de 6 mi dólares cuando la operación la pueden hacer 2 o 3 de esos ejecutivos?, la respuesta es NO; esto sin incluir, los gastos de representación que no cuestiono; pero no se justifica cuando sólo mandas para los leones a los que menos ganan.

Cuando me auto pregunté si esta ¿crisis se pudo evitar? pensaba en la figura de los directivos de los medios de comunicación que fueron incapaces de dar la voz de alerta para iniciar un proceso de cambio tal como ha sucedido en empresas tan cercanas como Televisa.

La pregunta que todos en forma sensato nos hacemos ¿dónde está el Forum de Periodistas y el Consejo Nacional de Periodistas ( los cuales actúan como clubes privados y elitistas tal vez); sus presidentes que se rotan los cargos entre un círculo cerrado, han demostrado incapacidad supina para darle una respuesta no ya a los despedidos, sino al Periodismo Nacional.

Ninguno de estos dos gremios tuvo la capacidad de sentarse a ver estos cambios, como resultado de la evolución de las redes sociales y la transformación del trabajo como tal, en tiempos donde la tecnología muestra cambios sustantivos.

No exceptúo de esta responsabilidad a los dueños de medios, pero como Periodista, sugiero que los nuevos periodistas, incluyendo todos los despedidos, le pidan rendición de cuentas y explicación a esos falsos profetas que se escudan en estos gremios para mover sus agendas.

El Periodismo no ha muerto, simplemente está en un proceso evolutivo y donde aprender los nuevos formatos es parte del aprendizaje; lo más importante, aprendamos a desechar a los mediocres por los honestos y visionarios; ese es el reto.