viernes, 29 de diciembre de 2017

PETICIÓN AL ESPIRITU DE AÑO NUEVO 2018


"Yo no divido al mundo entre hombres modestos y arrogantes. Divido al mundo entre los hombres que mienten y los que dicen la verdad": Muhammad Alí






Dos deportes son mi debilidad y son para m´ interesantes por sus técnicas: el fútbol y el boxeo, este segundo lo descubrí acompañando a mi difunto padre al ver las grandes peleas; él se fue, pero me dejó el gusto por una disciplina "tan viril y el mejor de los deportes", como dice mi colega Daniel Alonso.

Para este escrito, a 48 horas para que termine el 2017, escogí una frase del más grande boxeador, en mi opinión que ha existido, Muhammad Alí (claro, luego del Cholo Durán, eso lo dice todo panameño); Alí, hizo dos grandes batallas; una dentro del ring al derrotar a George Foreman; la segunda fue por redescubrirse y encontrar el verdadero propósito de su vida donde para mí fue el mejor Gladiador de todos los tiempos.
El águila se renueva cuando lo siente necesario
Antes, que termine el 2017 e inicie el 2018, más allá de la cursilería de los nuevos propósitos siento, como lo harían los hermanos Mayas, en una oportunidad para que renovemos nuestra filosofía de la vida y echemos todos los demonios del "¿qué hay pa' mí?" por el ¿cómo puedo hacer las cosas mejor?; no sólo por quienes hemos vivido más; sino por las generaciones continuas y que reproducen los errores o las virtudes de la sociedad.
Panameños hacen filas reclamando zapatillas en Multiplaza
Este 2017, ha tenido buenos momentos de seguro. En el balance de la vida los grises son más profundos que los momentos extremos; lo no permitido es ignorar las fallas y no transformarlas en oportunidades.

Todos, sin duda debemos pedir Perdón; aunque parezcan dos sílabas, ella (la palabra), encierra una magia cuando nace del corazón. En nuestro hogar, entre nuestros amigos; entre nuestros compañeros, vecinos y cuanto más entre gobierno y gobernados, da un giro completo al propósito real de la vida y como el bálsamo alivia la conciencia.
Errores como actuar con justicia selectiva (por mucho odio que sientas, por alguien, lo injusto no va enderezar el camino); la desigualdad entre quienes tienen mucho y otros que viven con menos de un dólar da vergüenza; las muertes violentas aunque sea entre gente que eligió el camino fácil no da derecho a dar la espalda; sólo muestra que algo no se ha hecho bien; la velocidad con que manejan muchos importando poco a quien arrolló o le causo lesiones; no es correcto.

Voy más allá, cuando se gobierna no es para ver como me beneficio o ayudo a mis amigos; dividir antes de unir; nadie puede negar que tenemos una nación dividida;  dividida entre quienes se llaman buenos y acusan a otros de malos; este no es un guión de una novela romántica de Televisa o Telemundo. Independiente del bando donde nos ubiquemos aceptemos esto no construye, todo lo contrario destruye.

La mala educación y el fracaso de los estudiantes es un fracaso de la sociedad

Apagones; mal servicio del agua; un mal transporte que distancia familias; una educación donde ser pobre se traducen en quedar excluido de los adelantos de la tecnología;  eso es condenable; buscar una cita o recibir atención médica en ocasiones es la línea delgada entre vivir o morir (así de grave es); las oportunidades para laborar son menos en un mundo donde la tecnología barre la forma de obtener una plaza digna.

Entonces,  mientras las manecillas del reloj, se mueven de izquierda a derecha,  intentemos ser más ciudadanos que cualesquiera otra cosa; enmendemos los errores con nuevas oportunidades.  Que el 2018 sea el año de descargar la mochila de los malos hábitos y abramos nuevas oportunidades. Sé que suena idealista, pero ante la oscuridad no queda otra alternativa.
El 2018, un año electorero es oportuno prender las luces largas y empecemos a identificar a los políticos que sólo son eso: políticos; tomemos buenas opciones y escrutemos a cada uno para luego no sentirnos decepcionados.

Si alguien le dice que la pobreza va a desaparecer; si va a poner más dinero en su bolsillo y va a darle más subsidio; ese el es momento de cerrarle la puerta o darle la espalda para escuchar (no oír) otra opción. Tampoco haga caso a aquellos medios donde la verdad se distancia de lo equilibrado y tomé sus propias decisiones sin creer en héroes mediáticos y super maquillados.
Por lo tanto: “sólo le pido a Dios” al 2018 que nos de tanto discernimiento o claridad para distinguir esos hombres, como dice Alí,  “que dicen la verdad de los que mienten”.  ¿Cómo hacerlo?, cierra los ojos y, como dijo., un expositor al que escuché hace años,  piensa en el chico que eras a los 18 o 19 años y si lo que soñaste es lo que haces ahora; sigue firme y no te detengas; de lo contrario pide perdón y haz lo correcto por ti y por quienes viven en tu entorno; a la largo eso te ayudara a vivir en un país mejor, no perfecto, mejor..
Gracias Dios  y Bendición para todos en este 2018

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