Sin lugar a dudas los panameños pronto podremos ver fantasmas o zombis por nuestras calles sin mostrarnos ni asombrados, ni aterrorizados y ¿Usted sabe por qué? Porque nuestra justicia no anda con una toga sencilla y los ojos vendados; nuestra Justicia decidió ponerse un vestido de oropel y mirar “que no todos somos iguales”, como dice el coro de la canción del maestro Rubén Blandes.
Desde
el regreso de la democracia al país, en 1989, la otra deuda que existe es
contar con una Justicia que nos llene de orgullo y nos permita sentirnos
confiados que de ocurrirnos algo recibiremos un fallo en Derecho.
- Cuando el expresidente Laurentino Cortizo Cohen nombró solo mujeres en reemplazo de quienes se iban los gritos de algarabía se multiplicaron, porque eran damas y esto iba a adecentar la Justicia. Yo, fui de aquellos que pensó y lo dijo: El sexo o el género no tiene que ver con que halla una buena actuación.
Hace
un año, los panameños nos levantamos con la noticia que los Magistrados de la
Corte Suprema de Justicia se habían elevado el salario a 14 mil dólares y esto
implicó que otros magistrados como los del Tribunal Electoral hicieran lo
propio. ¿A quién podemos apelar?
No
soy de los cerrados que creen que quienes dedican su intelecto o talento al
Estado deben ganar un salario que los flagele; nadie discutiría un incremento
si Nuestra Justicia fuera efectiva y no dejara escapar, levantándose la venda
de la dama, a quienes tiene alcance y Poder.
Ejemplos
hay suficientes o se nos olvidó que en el año 2015 un magistrado tuvo que
enfrentar la Ley por utilizar su puesto para beneficios personales y por ese
mismo año otro tuvo que separarse del cargo. A esto le podemos mencionar los
calificativos de Magistrados por la venta de fallos dentro de la organización.
En
un país donde la desocupación alcana los 9.5%
y la desigualdad se acentúa, el cuerpo del Órgano Judicial tomó la
decisión de que su jubilación es distinta al resto de los mortales. En un
acuerdo del 2024 y que decidieron destapara ahora optaron, por contar con un fondo,
para que ésta sea similar a su último salario.
Lo
irónico es que esos mismos magistrados al tomar esta decisión cierran todas las
puertas para que su privilegio no se alcanzado, porque figurativamente se puede
demandar el acto por inconstitucional, pero ¿Quién o Quiénes son los que lo van
a declarar Inconstitucional? Los mismos que lo generaron. Es un acto que solo
si existiera un Sala Constitucional – la llamada Sala V- pudiese ser
demandable.
El
tema es que acabamos de salir de un tira y jala por la aprobación de la Ley 462
que reforma la Caja de Seguro Social y donde se le dijo a la población que hacía
falta dinero; aunque ese dinero para las jubilaciones de oro de los Honorable
Magistrados no sale del Sistema de Pensiones de la CSS, es lo burlesco e
inmoral; porque lo real es que sale de nuestros bolsillos e impuestos.



Tal vez para eso necesitaba un Cadillac blindado
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