EL DÍA QUE ME TOCÓ ESCUCHAR TODAS LAS ESTUPIDECES JUNTAS

Hoy x hoy, la vida me ha permitido ser selectivo a la hora de informarme; en el caso de los noticieros matutinos hago zapping y sin duda mi colega Alvaro Abdiel Alvarado con sus entrevistas procuro monitorearlo c/día; igual como Radio Panamá y su equipo me permiten tener una visión macro de los hechos.

En el caso de hoy me tocó ver y escuchar al director del Sinaproc Panamá Howard José Donderis y no puedo negar que sentí repulsión por la cantidad de argumentos absurdos con que intentó disculpar la falta de luz en la ciudad y otros puntos del interior.

Sin bagaje alguno el funcionario dijo que la casa, que fue objeto de las llamas, en Juan Díaz, fue por la mala colocación de un vela; es decir, los propietarios de esta residencia eran los responsables; si no se hubiese dado, el segundo apagón, esta familia no tendría hoy una desgracia como esta; que la gente debe tener lámparas de emergencia; si me hubiesen dicho toda los absurdos que escuché pensaría que era un chiste.

Pero la cosa no terminó allí cuando Alvaro Abdiel Alvarado le mostró la imagen de un grupo de docentes, en alta mar, en una lancha o piragua que estaba a punto de zozobrar; el señor le dice "la gente debe aprender a usar chalecos"; que no deben montarse en una embarcación donde sólo caben 2 o 3 personas; mi interrogante fue ¿quién los transporta? no es el gobierno al que pertenece; no es responsabilidad del Ministerio de Educación - Meduca ?.

Juro, y eso lo hago poco, que fue a todas luces la deshumanización a su máxima expresión y la poca inteligencia no sólo intelectual sino emocional de alguien que ocupa el puesto de salvar vidas, en medio de las desgracias naturales o generadas por el hombre; mi aspiración es sin duda que los panameños un día decidamos sacudirnos todos estos zánganos y políticos de poca monta, con marchas donde todos entiendan que la patria boba se fue para no volver.

No escribo más por que me da urticaria recordar todos estos argumentos juntos, en el arranque del siglo XXI, y cuando todos pensamos que tales pensamientos habían quedado atrás. En otra nación, tal vez en la de Pepe Mujica, en que la concienciación es profunda, funcionarios como éste a la altura de esta hora estuviese destituido. 

Sueño que vendrán grandes días; días donde todos nos respetemos y donde la gente que manda comprenda que su deber es dirigir con decoro y decencia a todos por igual.