miércoles, 16 de noviembre de 2016

EN LAS CADENAS NO ESTÁ LA RESPUESTA A LA MIGRACIÓN


Ojo: Los nacionalismo no son más que el síntoma de una enfermedad. Hoy, me llegó esto y no lo patrocino; lo que comprendo es la molestia de una sociedad inquieta ante la falta de una política migratoria definida y en donde no caigamos en los excesos. Recuerdo, cuando, en los años 90, se habló de la revolución del neoliberalismo (para variar esto demoró en llegar a nuestras costas como todo) y con ello la venta de las empresas estatales sin misericordia; las fusiones y todo lo que "oliera" a globalización.
Ahora, los mismos patrocinadores de estas políticas las definen como errores y es ese mismo fracaso fue el que hizo a Donald John Trump elegirse como en el 54° presidente de Estados Unidos; su discurso muy similar al del panfleto de hoy, le abrió las puertas a un país cansado de "olvido", de bolsones de profesionales ignorados y de un sector medio que agoniza, como en el resto del mundo. Llegó, el momento de hastío y los sacrificados han sido los que en la búsqueda del sueño americano olvidaron que los Norteamericanos tienen el suyo trazado hace ciento de años.
Siempre, he creído que el mundo no debe tener fronteras; pero, lo intolerable es el cómo el poder económico, por años, ha intentado y hasta convencernos que somos un país de gente "floja"; de gente sin las habilidades suficientes para desempeñar determinados cargos.
Bajo esta excusa nuestras empresas son controladas por ejecutivos extranjeros que a diario gritan "que los panameños no sabemos trabajar y somos un personal descalificado". He allí la génesis de esto.
A lo largo de mi vida he conocido muchos extranjeros; gente respetuosa; profesionales que valoran el aporte hecho por propios y extraños a este país; creen en el concepto de equipo y de un continente lleno de talento.
Entonces ¿qué ha pasado?; estos nuevos migrantes descalifican e insultan a sus pares o sus subalternos; crean sus pequeños barrios "chamos" dentro de las organizaciones y no se permiten aceptar que en nuestra tierra así como hay gente sin las herramientas adecuas; también, existen muchos otros con ideas y conceptos por aportar, ¿quiénes son los culpables?; en el fondo no son ellos (esto me lo complementó un hermano-amigo) son quienes dirigen esos negocios y les permiten estas arbitrariedades.
Mi abuelo por parte de madre era un migrante español, como muchos aquí; lo que pasó es, que de acuerdo a los relatos de mi difunta progenitora, era un hombre que descubrió en esta tierra su segunda casa e hizo lazos que perduran en el tiempo, como es el culto a la Virgen de La Candelaria. En esta pequeña "S" acostada hemos convivido colombianos, chinos, afrodescendientes, musulmanes y judíos en forma armónica. ¿por qué hoy no ocurre lo mismo con ciertos extranjeros?
A diferencia de otras naciones, como México, Argentina o Chile, tal vez por ser nosotros un país de tránsito, en esas tierras echaron raíces intelectuales, científicos e innovadores; nosotros, como ocurre ahora, apostamos por "farsantes, embaucadores" y por quienes fracasaron en sus naciones y aquí vienen a vendernos planetas imaginarios.
Ese sentimiento xenofóbico va a aumentar y es posible que esto sea uno de los factores de propaganda durante el torneo del 2019; abrigarlo no es lo más solidario; porque somos un solo planeta y todos deseamos compartirlo.
¿Vale esta marcha o la otra que habla del aporte de los extranjeros? Ninguna es válida; es válido que asumamos el reto de nación; denunciemos el abuso venga de donde venga y construyamos este país, como lo hicimos en la era republicana; durante la construcción del Canal; en la lucha por la soberanía y la recuperación de nuestra democracia. Si tuvimos el valor para hacer esto; lo debemos tener para no permitir que nadie ofenda a un nacional o se burle de la tierra que le da calor. Así, como dijo Cervantes en El Quijote, podremos decir "la falsedad tiene alas y vuela; y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gente se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde".
El trago del 2019 nos lo podemos ahorrar si logramos hacer los ajustes necesarios y dejamos el ropaje nacionalista y los que apuestan por lo de afuera como lo mejor moderan este mal que muestra complejos y miedo.




2 comentarios:

  1. Lo siento Jorge Luis pero creo que hay muchos puntos que aclarar. La mayoría de las naciones confrontan problemas con la migración, México, Argentina o Chile. están teniendo los mismos problemas que nosotros. México con la migración centroamericana, Chile está recibiendo, igual que nosotros una oleada de Colombianos y Venezolanos, y en aquí el conflicto incluso a llevado confrontación física entre emigrantes y locales. Además se le suma la migración de peruanos, paraguayos y bolivianos. Al final, no es más que un choque de culturas inevitable y que siempre ha sucedido. El emigrante agradece el suelo que lo recibe, pero nunca deja de extrañar la tierra que lo vio nacer. Hace poco em Uruguay hizo noticias que unos refugiados Sirios, que humanitariamente recogió el Presidente Mujica, ahora se que han de la vida en Uruguay... es un tema largo y extenso... pero te recuerdo las palabras del Papa Francisco; seamos solidarios con el emigrante, "mañana puedo ser yo".

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  2. gracias, me gustaría conocer al menos tu nick para sentirme comodidad al escribirte. Es cierto, que la migración es el tema a tratar en el mundo entero en los próximos años a debatir o analizar desde perspectivas claras y en las que no se explote ni se juegue con la necesidad de nadie. Es correcto y como católico coincido con las palabras de su santidad Francisco que nos invita a esta reflexión. Hay que aprender a convivir y dar gracias a las casa que te recibe. Extrañar y soñar con tu trozo de tierra es natural, pero cuando nos toca vivir en un suelo que no es el nuestro hay que se agradecido y coincido en que no importa si erres nacional o extranjero; debemos respetarnos todos. Saludos y que tenga una buena noche.

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