NORIEGA: EL EXGENERAL Y SU MUNDO DE LABERINTOS

Noriega en el poder

 Noriega a sus regreso en el 2011

El perdón es un acto universal, no tiene características religiosas, y sentirlo es positivo para cerrar heridas a nivel individual y sobre todo dentro de una sociedad.

Desde el retorno del exgeneral Manuel Antonio Noriega al país, en diciembre del 2011, hasta la fecha mucho se ha especulado de la necesidad de un cambio en la medida cautelar de detención en el centro Renacer por depósito hospitalario. 

Hoy, lunes 23 de enero del 2017, luego de mucho hablar, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le concedió el cambio por una necesidad médica y supuestamente en forma temporal. El exhombre fuerte, apodo con que se conoció a Noriega, tiene un tumor en su cabeza y por tal motivo debe prepararse para una operación.

Al se interrogado, Ezra Ángel, abogado de Noriega, dijo que la medida era temporal; cuando comencé a sumar los meses,  del que un día se puso el vestido de dictador, estará fuera del Penal por un año ( sumemos 3 meses antes de la operación + 2 meses para que llegue la operación + el tiempo de recuperación = 10 meses). Conclusión: todos nos olvidamos del tema por los tantos temas que surgen por semana y el otrora Militar todo poderoso no volverá a pisar la prisión.

Ezra Ángel (Abogado del exgeneral Noriega)

El octogenario dictador estuvo dentro de la estructura militar desde el golpe de 1968; como buen agente supo, como el camaleón, confundirse con las crisis hasta llegar al poder en 1983 y mostrar a todos que a la hora de manejar el poder no tenía límites y su saciedad lo llevó al exceso de todo hasta perder de perspectiva que quienes lo pusieron fácilmente lo podían remover.

Noriega, hoy un adulto mayor con todo tipo de achaque, tuvo una historia sombría en todas las décadas. Supo ganarse la confianza de los Estados Unidos a quien sirvió contra su propios compañeros; se ganó la confianza del General de Brigada, Omar Torrijos Herrera, y hasta de los capos más reconocidos de la droga en Colombia

Como vemos era una caja dentro de muchas otras que hasta hoy no se han podido descifrar, porque su silencio ha sido su mejor carta para mantenerse no sólo vivo, sino leal a su juego que intentó jugar hasta que fue sacado de la Nunciatura Apostólica, tras ser derrocado por la invasión norteamericana a Panamá, en diciembre de 1989.

Al exgeneral se le acuñan muchos delitos; fue la versión caribeña del Juego de Tronos; se hizo enemigo de sus amigos; persiguió hasta sus aliados; traficó drogas en volúmenes que lo llevaron a perder la razón y creerse que nada lo detendría. Se le acusa de fraude electoral (bueno, no creo que sea el único), de desapariciones, de muertes extrajudiciales y no hay duda que con él la libertad de prensa estuvo herida casi de muerte. 

Noriega escoltado por la DEA tras la invasión a Panamá

Igual, que los hoy nacionalistas centroamericanos y suramericanos: Daniel Ortega, y los tinterillos Hugo Chávez Frías; Evo Morales, Nicolás Maduro y cia, se arropó de un chauvinismo ridículo.

Él que tanto conspiró para los "gringos" se vistió de oveja herida y acorralada; muchos cayeron en su juego y le compraron que iba a batallar contra el "Imperio". En ese baile a destiempo se registró un fraude electoral; la anulación de esas elecciones; muchos civiles mostraron el verdadero traje que llevaban puesto; se le vincula con la muerte de varios compañeros que intentaron separarlo del poder.

Este hecho ocurrió el 3 de octubre de 1989, hoy a este acto se le conoce como "Masacre de Albrook"; es así, porque sus protagonistas fueron fusilados en una galera en este punto de la capital.

En lo personal me tocó como periodista reconstruir, en la prensa escrita, y luego para la televisión este hecho; estar en este sitio años después inspiraba tristeza y miedo; miedo, porque no lograba comprender como un compañero puede ordenar la muerte de seres que lo secundaron en muchas de sus actividades y ocasiones con quienes departía fiestas y mucho más dentro de la antigua Fuerzas de Defensa.

Caídos en la Masacre de Albrook

"No pueden ser gringos ni gringueros, ni pueden sufrir de impotencia patriótica, ni pueden vivir ni alimentarse del coqueteo de las llamadas telefónicas ni de las palmaditas en el hombro que le da el amo a su esclavo". (Manuel Antonio Noriega)

Noriega partió como un criminal, escoltado por agentes de la DEA, luego de la invasión; para esos años tenía 55 años; en Estados Unidos fue condenado por narcotráfico y lavado de dinero; luego partió a Francia; una Francia que un día lo condecoró con la Orden de la Legión de Honor Francesa, el 22 de enero de 1987, y encerrado en la prisión de La Santé. 

Noriega llega a La Santè

Irónicamente, Francia lo juzgó y lo condenó por lavado, pero nunca nos devolvió el dinero que le pertenecía a nuestro país, hoy, se concede el derecho de acusarnos de ser un paraíso fiscal.

El Exgeneral envejecido; acorralado por sus propios demonios asegura haber encontrado a Dios, entre las rejas de Estados Unidos. Nadie le puede quitar el derecho del arrepentimiento; pero esa palabra nunca ha salido de sus labios; ese acto de Misericordia al menos  a quienes lastimó no les ha dicho : Perdón.

El aceptar los errores es una forma de perdonarse a si mismo y darse el derecho a que los demás lo disculpen por haberlos heridos. Hay, niños que crecieron sin sus padres; jóvenes que tuvieron que hacerse hombres y mujeres adelantando el reloj de la vida; les arrebataron el derecho a soñar, y nadie les puede pedir que no reclamen justicia o el derecho a que el pequeño dictador les pida perdón.

Noriega, sí es un hombre vencido por los golpes que a todos, tarde o temprano, trae la vejez; es cierto que como ser humano tiene derecho a recibir toda la atención que le negó a muchos; lo que no es justo que se juegue con él la autenticidad de un fallo. Si lo quería dejar ir, perfecto; esa es la ley del hombre, pero, no hay derecho a mentir. 

Noriega a su llegada en el 2011

Incluso, en momentos donde el país se debate en una profunda crisis institucional, Noriega y sus laberintos parece ser un pieza del ajedrez movida para distraernos del punto focal en que todos debemos estar inmersos. 

Si, el exgeneral no tiene el valor de pedir disculpa que lo hagan los jueces; que lo haga su familia, que nadie la puede juzgar, pero que no puede desconocer el daño que a esta nación hizo y que para colmo de males los políticos de hoy no han sabido superar. 

Noriega, es parte de la historia de este país; una historia manchada y marchitada; él, como Judas, decidió hacer ese rol y nosotros lo que sí tenemos derecho a dejar de lado la lástima y asumir como pueblo que hay hijos que desnaturalizaron su razón por la ambición y el poder. Lo que debemos aprender es que del juicio de la historia nadie se salva y que el destino nos alcanza a todos aunque sonemos bravucones, como lo hizo el Exgeneral cuando dijo lo siguiente:

"Plata para los amigos, plomo para los enemigos y palo para los indecisos"....Manuel Antonio Noriega